San José Sánchez del Río, o "Joselito" como cariñosamente le decimos en mi casa, tu casa, es uno de nuestros santos de familia. Cada vez que vuelvo a leer sobre su vida, me vuelve a impactar y retar a continuar luchando en este caminar con Dios.
Una anécdota familiar. A mi esposo le regalaron ésta reliquia de primer grado de Joselito hace ya varios años. Recuerdo que llegó a la casa emocionado y con mucha devoción nos platicó lo que había sucedido. Yo le di gracias a Dios en ese momento por tal bendición. Para mi es así: tenemos un huésped en nuestro hogar ¡que intercede por nosotros! La pusimos en el altarcito donde tenemos la Biblia que nos regalaron antes de casarnos.
Le pido a Dios que la vida de Joselito también impacte la tuya con la certeza de la luz de Cristo en tu propia vida. San José Sánchez del Río, ruega por nosotros. Amén.
A modo de crecimiento: Repetir en tu corazón: "¡Viva Cristo Rey!" cuando alguien te trate mal.